En uno de los episodios del libro “Los viajes de Gulliver” del escritor irlandés Jonathan Swift, encontramos un ser gigante, semejante al ser humano, muy fuerte, ágil y resistente. Desde un punto de vista físico, un ser humano de estas dimensiones no es probable que exista.
Teniendo en cuenta las leyes de las proporciones, específicamente, que el área de un cuerpo es proporcional al cuadrado de sus lados, A = L² = L X L.
Y, qué, el volumen de un cuerpo es proporcional al cubo de sus dimensiones lineales, esto es: V = L³ = L X L X L.
El gigante de Gulliver, es, según su autor, 12 veces más grande que un ser humano normal.
El volumen de este gigante sería: V = L³ = 12³ = 1728 veces mayor que el ser humano normal.
El área o sección transversal de sus huesos sería A = L² = 12² = 144 veces mayor.
Esta alta desproporción entre el aumento del volumen o peso del gigante, y el poco aumento de la resistencia de su estructura esquelética: 1728 / 144 = 12, físicamente no es viable. La locomoción del gigante sería imposible, se derrumbaría por falta de solidez, no lograría pararse de una caída.
Esta sencilla paradoja aplicada al ámbito empresarial en estos momentos de crisis por la Covid-19, nos invita a reflexionar y evaluar uno de los conceptos básicos de administración financiera y de management general: Apalancamiento financiero y crecimiento organizacional sostenible.
El apalancamiento financiero consiste en impulsar el negocio o activo, a través de una inyección de capital, que puede ser una financiación, deuda o pasivo, teniendo como garantía, en términos generales, el patrimonio o capital de la empresa. La adecuada planeación y ejecución de este apalancamiento es un factor crítico de éxito: A mayor grado de apalancamiento, la rentabilidad debería ser mayor, y así mismo el riesgo financiero aumenta.
En los tiempos de crisis, como los actuales, por la pandemia Covid-19, la demanda de productos y servicios en algunos sectores es prácticamente nula, no hay ingresos operacionales, pero los pasivos de corto y mediano plazo, siguen estando ahí: arriendos, proveedores, nómina, obligaciones financieras y otros deben ser causados, cancelados. El patrimonio empieza a disminuir.
Si el apalancamiento financiero está en una alta proporción: Deuda / Capital. Es decir, y aquí entra en juego el otro concepto, el de crecimiento organizacional sostenible, si nuestro Activo está compuesto en una mayor proporción por los Pasivos, y el Patrimonio en proporción es menor, los acreedores terminarán siendo los poseedores de los derechos financieros, terminarán quedándose con la empresa, ya que poseen el mayor porcentaje del total de los activos.
La paradoja de Gulliver conlleva a gestionar adecuadamente las proporciones en los procesos funcionales de una organización, realizar un adecuado análisis y tomar las decisiones financieras más acertadas, que no comprometan la estabilidad y el futuro de la empresa.
El crecimiento de una organización debe ser orgánico, debidamente planeado, sostenible y muy sólido en su estructura y gestión financiera, para que así el gigante sea viable, fuerte, resistente y ágil.
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